Hace un tiempo se desató en España una polémica en el mundo de la moda, las pasarelas, los desfiles. La cuestión de cuál es el talle (o la talla, como se dice en España) mínimo que debe ser aceptado en una mujer para ser modelo en esos desfiles supertop…

Me pareció muy interesante que se planteara la polémica, y al mismo tiempo me resultaba increíble escuchar los argumentos de algunos diseñadores que se manifestaban en contra de poner un límite a la delgadez de esas pobres chicas, realmente, alucinantes…

La cuestión es que si bien el tema de la anorexia y la bulimia es tremendo y preocupante, yo soy de las que cree que la «culpa» de dichas enfermedades no la tienen los que rigen la moda en el mundo, aunque es verdad que sí favorecen el desarrollo y la justificación. Yo creo que el origen de esas enfermedades es psicológico y, en todo caso, su afirmación es social. Un poco como pasa con el cigarrillo, pero esa… es otra polémica.

De lo que quiero hablar en este post, entonces, no es del daño que el mundo de la moda (y sus subsidiarios: la publicidad, el marketing, el negocio…) hace a las jovencitas que están en peligro y son vulnerables porque tienen una predisposición psicológica, sino del daño que ese mundo nos hace a la mayoría de las mujeres de, por lo menos, el mundo occidental.

Estamos todas sometidas a las mismas imágenes y a las mismas presiones, sólo que algunas tienen más recursos (culturales-psicológicos-personales) para protegerse. Sin embargo, sería hipócrita decir que cuando vemos la foto de esa mujer perfecta, no nos sentimos un pelín mal y empezamos a hacer dietas o nos anotamos en el gimnasio…

Por eso, me encantan las campañas de Dove, que desenmascara intocables y nos habla de mujeres reales en un mundo real. Por ejemplo esta que pueden ver haciendo click aquí: «No hay duda de que nuestra percepción de la belleza está distorsionada».
Parece que Dove creó una fundación para ayudar a las mujeres a fortalecer la autoestima, empezando desde niñas. Miren este otro video (está en inglés, pero creo que es elocuente de todos modos).

Un aplauso a estas campañas, por el bien de todas las bellas mujeres reales…

Samhain es el nombre que recibe la fiesta pagana que se celebra el 31 de octubre en el Hemisferio Norte (en el HS se celebra Beltane, aunque insistan en hacernos decorar la vida con murciélagos y calabazas…). Significa «final del verano» en lengua celta, porque justamente es la noche que despedimos el verano, que damos la bienvenida a la oscuridad, a los días más cortos. Y es por eso también que esa noche, desde tiempos remotos, se recuerda a los muertos, se los venera, se los honra. La relación con el día de todos los santos es simplemente, una vez más, la apropiación de un día pagano por parte de la cultura cristiana… y de ahí, también aparece Halloween que es una deformación de «All Hallow’s Eve» (Noche de Todos los Santos).

De modo que les deseo una noche mágica, la llamen como la llamen…

Hoy… una poesía:

entramos a la pieza casi sin conocernos

sus ojos eran pactos de ternura y violencia

yo la miraba todo el tiempo

habrá pensado en mi cansancio

habrá pensado -está borracho-

habrá pensado en irse pronto

habrá pensado tantas cosas

me acerqué a sus dos manos

sin dejar de mirarla

desde mi soledad hasta su boca

habrá pensado en enojarse

habrá pensado -no es un hombre-

habrá pensado ¿en qué quedamos?

habrá pensado tantas cosas

Jorge Boccanera

Mañana es el día de la madre en Argentina y aunque estoy con arreglos en este blog, con latas de pintura y tablones por el medio, igual quiero hacer mi aporte para este día. Pensaba en mi madre, que está lejos y en mi hijo, que también está lejos. Pensaba en que ser madre y ser hija debe ser de las vivencias más difíciles que nos toca en la vida. Por eso me gustó, una vez más, lo que dice Clarissa:
“El remedio consiste en mimar amorosamente a la joven madre que una lleva dentro, lo cual se consigue por medio de mujeres del mundo exterior más sabias y maduras, preferentemente templadas como el acero y robustecidas por el fuego tras haber pasado por lo que han tenido que pasar. Cualquiera sea el precio que se tenga que pagar incluso hoy en día, sus ojos oyen, sus lenguas hablan y son amables.

Aunque hayas tenido la madre más maravillosa del mundo, es posible que, al final, llegues a tener más de una. Tal como tantas veces les he dicho a mis hijas: “Sois hijas de una madre, pero, con un poco de suerte, tendréis más de una. Y, entre ellas, encontraréis casi todo lo que necesitáis.” Sus relaciones con todas las madres serán probablemente de caráter progresivo, pues la necesidad de guía y de consejo nunca termina ni conviene que termine desde el punto de vista de la profunda vida creativa de las mujeres.”

Siempre necesitamos consejos, apoyo, que nos escuchen, siempre seguimos necesitando una madre, por eso:

“Es uno de los mitos más estúpidos que existen acerca del envejecimiento, el de que una mujer se convierte en una persona completa que ya no necesita nada y es una fuente de toda suerte de cosas para los demás. No, la mujer es como un árbol que necesita agua y aire por muy viejo que sea. La anciana es como el árbol; no hay ningún punto final, ningún término repentino, sino más bien un desarrollo de las raíces y las ramas y, con los debidos cuidados, mucho florecimiento.”
Fuente: “Mujeres que corren con los lobos” de Clarissa Pínkola Estés, cap. 6.

A mi mami y todas las mamis argentinas: FELIZ DÍA!