INSTRUCCIONES PARA OLVIDAR Y RECORDAR

agosto 21st, 2005

Sáquese despacio ese amor que le duele al respirar. Sacúdalo un poco para que despierte. Lávelo con cuidado, que no quede ni una sola impureza. Limpio y oloroso proceda a doblarlo tantas veces como sea necesario para tener el tamaño de la uña del dedo gordo del pie derecho. Espere el paso de una hormiga, ser noble y generoso, y pásele la pesada carga. Ella lo llevara a guardar en alguna profunda caverna. Hecho esto, vaya y rellene, por enésima vez, la pipa de tabaco frente al mar de oriente. El olvido llegará conforme se termine el tabaco y el mar se acerque a usted.
Si quiere recuperar ese amor que ahora olvida, basta escribir una larga carta hablando de viajes desconocidos, hidras, molinos de viento, oficinas y otros monstruos igualmente terribles. A vuelta de correo tendra su amor tal y como lo envió, acaso con un poco de polvo y sueño en la cubierta…

Subcomandante Marcos

9 Responses to “INSTRUCCIONES PARA OLVIDAR Y RECORDAR”

  1. Al

    bueno… será?

  2. Ludovico

    fantastico!!!!!!!!!!!!!m y muy hermoso. un abrazo desde el aura!!

  3. gloria

    confiemos que así sea, Al.
    Gracias Ludovico!!!!

  4. stel

    tre acordas glo? era el añ 1995, primera conexion a internet desde la universidad, me llego edste textito, te lo pase, creo que por fax… y es asi nomas, el amor, la hormiguita, la pipa, el mar, y se va. y vuelve…

    por eso te lo saco de la cajoera y lo pongo tambien en el blog de amor 🙂

    que siga la hormiguita su camino…

    mas aun, recuerdo que era diciembre, hasta recuerdo que tenia en la mesa aquel elefante enorme de peluche, y mis libros todos desparamods por el suelo en el departamento de acoyte… vos estabas preparando tus celebres canelones…

    :_)

  5. gloria

    stel, gracias por el recuerdo 🙂

  6. omar

    Hemos investigado el origen de esa manera insurgente de instruir y nos hemos dado cuenta de que el mayor sopechoso es el subcomandante Marcos, será que con la ventaja de dicha pipa, el olvido será más facil, sobre todo el de un amor que nunca muere, que se queda perenne en el eterno retorno.

  7. omar

    Recuerdo que se fue bajo la lluvia, sus piernas pisaban médanos de lluvia recien espejeada, mostrando su hermosas pantorrillas, su delgado tobillo, pero se iba, en la chiva de las 7 a.m. y jamás volvería, quisera tener la tenacidad de una Penélope, bajo un algorrobo, en un banco verde de la estación de un trén, en la ubicación más lejana de las más enredadas dendritas de mi sufriente cerebro.

  8. Gloria

    Saludos, omar.

  9. Hana DR

    Es hermoso, gracias por publicarlo

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