EL DEPREDADOR PSÍQUICO

octubre 19th, 2005

Todas las criaturas deben aprender que existen depredadores. Sin este conocimiento, una mujer no será capaz de transitar con seguridad dentro de su propio bosque sin ser devorada. Entender al depredador es volverse un animal maduro que no es vulnerable por ingenuidad, inexperiencia o tontería.
Una persona predatoria abusa del jugo creativo de una mujer, tomándolo para su propio placer o uso, dejándola en blanco y preguntándose qué sucedió, mientras que ellos mismos se vuelven de alguna manera más vigorosos y robustos.

Muchas mujeres han vivido literalmente el cuento de Barba Azul.
Se casan siendo aún ingenuas en cuanto a los depredadores, y eligen a alguien que resulta ser destructivo para sus vidas. Están decididas a «curarlo» con amor. La engañosa promesa del depredador es que la mujer se convertirá en reina de alguna manera, cuando de hecho se está planeando su asesinato.

Existe una salida de todo esto, pero una deberá tener una llave. La llave es tanto el permiso como la aprobación de conocer los secretos más profundos y oscuros de la psique, en este caso ese algo que negligentemente denigra y destruye el potencial de una mujer.
Plantear la pregunta apropiada es la acción central de la transformación.
Las preguntas son las llaves que hacen que las puertas secretas de la psique se abran de par en par.
¿En dónde piensas que está esa puerta, y qué podría haber del otro lado?
¿Qué hay detrás de lo visible?
¿Qué hace que esa sombra se asome en la pared?
¿Qué cosa no es como parece?
¿Qué es lo que yo sé en lo profundo de mis ovarios que desearía no saber?
¿Qué parte de mí ha sido asesinada o yace muriendo?

Animémonos a huir del depredaror.

Del capítulo 2 de Mujeres que corren con los lobos de Clarisa Pínkola Estés

One Response to “EL DEPREDADOR PSÍQUICO”

  1. Azul

    A veces creemos que el amor puede cambiar a alguien, cuando es de sobra sabido que una persona que no desea cambiar, no cambia por nada!!

    Bikiños mil 😉

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