septiembre 29th, 2005

Nació en 1850 y murió en 1891. Fue una valiente matemática rusa, luchadora contra los prejuicios de su época.
La sociedad rusa de mediados del siglo XIX consideraba que la educación apropiada para una señorita no debía ir más allá de reunir los conocimientos necesarios para actuar en sociedad, llevar la casa y dedicarse al cuidado de los hijos. Sonya se vio obligada a realizar un matrimonio de conveniencia, que le permitió viajar por Europa y adquirir conocimientos matemáticos.
«Es una mujer que me ha hecho renegar de mis propias palabras. Que no se quite el sombrero, porque sin él es una mujer muy peligrosa». El célebre químico Bunsen le escribió esta nota a Weierstrass, advirtiendo al matemático sobre la posibilidad de quedar fascinado por la belleza de Sonya Kovalesvskaya, una de las más insignes matemáticas de la historia. Sonya utilizaba el sombrero en ocasiones para ocultar sus ojos de forma que su interlocutor pudiera escucharla sin perder la concentración. Pero el genial Weierstrass quedó cautivado por los conocimientos y la inteligencia de Sonya, y no le quedó más remedio que tomarla como alumna particular, ya que ninguna universidad aceptaba a una mujer en matemáticas.
Sin embargo, en 1884 fue invitada como conferencista a la Universidad de Estocolmo. En 1888 la Academia de las Ciencias de París le concedió un importante premio por un trabajo sobre rotación de un sólido alrededor de un punto fijo. Por fin en 1889 fue nombrada profesora, gracias a su extraordinario talento matemático y al espíritu abierto de la Universidad de Estocolmo (que con este hecho se convirtió en la primera universidad en aceptar a una mujer para la cátedra de matemáticas).
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septiembre 23rd, 2005

Allá por el siglo X, las mujeres practicaban la medicina y la cirujía con gran competencia, pero fueron Trótula y «las damas de Salerno» quienes ayudaron a que se produjera el renacimiento médico que marcó el fin del oscurantismo en Europa. Tanto en la tradición popular como en los círculos médicos, las «damas de Salerno» tenían fama como médicas y estudiosas de la medicina, y entre ellas destacaba Trótula. De hecho, la escuela de Salerno fue considerada la primera universidad de Europa, se sabe que en ella había muchas maestras mujeres y fue el primer centro médico no conectado a la Iglesia.
Las obras de Trótula tocaron temas sobre salud, sexualidad, curaciones, remedios, control de la natalidad y las causas y tratamientos de la infertilidad, del cáncer, las enfermedades de la piel, los ojos y la sordera e hizo los primeros tratados pediátricos de la historia. La ciencia obstétrica de Trótula era tan avanzada, que aún hoy se siguen encontrando elementos novedosos.
Su fama fue tal que sus libros fueron copiados y vueltos a copiar por varios siglos.
Pero… ya en el siglo XII, algunos copistas empezaron a atribuir sus libros a su marido, hasta que su nombre fue definitivamnte sustituido por su forma masculina: Trottus.
Para el siglo XV ya se negaba su existencia y en el XVI el historiador alemán Karl Sudhoff, definitivamente borró de la historia tanto a ella como a las damas de Salerno, arguyendo que como eran comadronas y no médicas no podían haber escrito sobre materias tan complejas como la obstetricia o la cirugía. Según él, de esos temas sólo podían escribir los hombres…
Por suerte para la historia de la medicina y para la historia de las mujeres, hoy Trótula es estudiada en las Universidades.
Para saber más, aquí.
Ilustración: Imagen en uno de los libros de medicina de Trótula: Passionibus Mulierum Curandorum
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septiembre 20th, 2005

Vivió en la segunda mitad del 1600, fue científica y filósofa de la naturaleza. Ella planteaba la unidad del mundo material y espiritual en un todo orgánico. Su teoría de que el universo estaba constituido por partículas básicas indivisibles llamadas «mónadas», cada una de ellas dotada de fuerza vital, fue lo único que se opuso al universo mecanicista de Descartes y Newton.
Sin embargo por las razones de siempre…, su nombre fue omitido de su tratado más importante «Los principios de la vieja y la moderna filosofía» y fue publicado con el nombre de su editor, Francisco van Helmont. Este libro fue piedra angular en la nueva filosofía de la naturaleza de Leibniz.
No obstante la importancia de su trabajo para el mundo de la ciencia y la influencia que tuvo en él, hoy en día Lady Anne Conway sigue siendo prácticamente desconocida. Y van…
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septiembre 13th, 2005
Leonora Carrington nace en Lancanshire, Inglaterra, en 1917. Inicia su carrera artística al integrarse al movimiento surrealista francés en 1936, al lado de Max Ernst, Paul Éluard, Joan Miró, André Breton y Man Ray. Permanece en él hasta que, debido a la persecución nazi, huye a España, donde padece una seria enfermedad mental y de donde luego huiría a Nueva York.
A su llegada a México, en 1942, se suma a los surrealistas europeos asentados en aquel país desde el inicio de la Segunda Guerra Mundial: Remedios Varo, Benjamín Péret, Wolfgang Paalen, Alice Rahon, Luis Buñel, Kati y José Horna, y se integra al ámbito cultural artístico mexicano.
Excepto breves estancias en Nueva York, ha residido por más de 50 años en México, y desde allí ha proyectado su obra internacionalmente.
Una de las constantes temáticas de su pintura surge de su precoz imbuimiento en la mitología celta, por los relatos de su madre y su nana sobre los mitos y leyendas de ese bosque encantado que fue y es Irlanda, y de su predisposición natural a creer que dioses, demonios, sabios, patriarcas, brujos, gnomos, fantasmas y animales en constante mutación e hibridación son figuraciones de los enigmas primordiales del ser, encarnaciones del inconsciente, principio surrealista por excelencia que ella entrañará con misterio y fino humor en la cotidianeidad contemporánea.
Fue pintora y escritora («La invención del mole» –teatro-, «La puerta de piedra» – novela-, «El séptimo caballo» –cuentos). Vivió una vida de huídas, búsquedas y encuentros. Merece la pena conocer su obra.
«¿El mundo que pinto? No sé si lo invento, yo creo que más bien es ese mundo el que me inventó a mí. «.
Leonora Carrington
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