NEUS CATALÀ
junio 1st, 2008Única superviviente del campo de concentración de Ravensbrück.
Hace pocos días tuve la suerte de toparme por casualidad con una entrevista a Neus Català en el programa (S) avis de la televisión de Catalunya. No conocía a esta mujer. Me impactó su historia, pero más me impactó escucharla de su boca. Aquí les acerco un poco de esta enorme mujer.
Republicana sin fisuras, Neus Català nació en 1915 (els Guiamets, el Priorat – Catalunya). Se diplomó en enfermería el 1937. En 1939, cuando las tropas de Franco entraron en Barcelona, atravesó por la frontera con 182 huérfanos de la colonia Negrín de Premià de Dalt, que estaban a su cargo. Se enroló a la resistencia francesa junto a su marido, centralizando en su casa la recepción y transmisión de mensajes, armas y documentación hasta que, en 1943, un farmacéutico de Sarlat la denunció a los nazis. Fue recuída y torturada en Limotges hasta que en 1944 la transportaron a Ravensbrück, cerca de Berlín, donde fue obligada a trabajar en la industria del armamento. Tras su liberación, volvió a Francia dónde continuaría su lucha clandestina contra el franquismo Hoy preside con fuerza el Amical de Ravensbrück. La Generalitat de Catalunya la galardonó con la Creu de Sant Jordi en 2005. Ha sido escogida Catalana del Año 2006 por su tarea de defensa de la memoria de más de 92.000 mujeres que murieron a Ravensbrück.
Portada del libro: «Neus Català: Memòria i lluita» de Elisenada Berenguel.
Si tienen un ratito, entren aquí y podrán ver el programa (S)avis en el que estuvo ella (eso sí, es en catalán). Si no se animancon el catalán, también pueden leer la entrevista que le realizara Núria Navarro en 2007 para El Periódico y que yo traduje para ustedes:
¿No habría vivido mejor sin el pesado equipaje del recuerdo?
NC: No puedo ni quiero olvidar! Se lo debo a las compañeras que murieron en Ravensbrück.
Un imperativo moral.
NC: El día que salimos del campo, el 5 de mayo de 1945, prometimos recordarlo mientras viviéramos. Yo sólo tuve la suerte de no morir, pero no hay noche que me acueste sin pensar en los deportados.
Ravensbrück hoy es un páramo.
NC: Sólo queda el Kommandantur, la prisión y los hornos. Si no fuera por los supervivientes, sus familias y muchos demócratas, ya habrían deshecho todos los campos. No queda más remedio que vivir por explicarlo. No hay fusil que acalle la memoria.
La historia de la infamia empieza para usted el enero del 1944.
NC: Ninguna deportada ha podido explicar qué sintió el primer día. Era una cosa así como dejar el mundo y entrar al inframundo. La primera semana ya vi morir ocho amigas.
No tenía tuberculosis. Ser apta para el trabajo la salvó.
NC: Sí. Tuvimos que agrandar el lago Schwedt. Con las manos sacábamos el barro del agua helada y hacíamos ladrillos. Para rendir más, en la enfermería nos ponían una inyección para no tener la regla. Allá pasé dos meses, hasta que me trasladaron a Holleischen, un comando de trabajo dependiente de Flossenbürg, un campo de exterminio de hombres. Esto duró 14 meses más. Trabajé en una fábrica de balas antiaéreas.
Que usted saboteó tanto como pudo…
NC: Sí. Las máquinas podían producir 10.000 unidades y no llegábamos ni a 5.000. Hacíamos el posible por romper las prensas. Poníamos dos veces la misma bala. lanzábamos aceite de máquina, escupidas, moscas… Hacer sabotaje de material bélico era jugarse la vida.
Se la jugaba casi sin comida.
NC: Nos daban un caldo dónde flotaban un par de cáscaras de nabo y de patata. Pero lo peor era la humillación. Yo me sentía libre, pero no soportaba lo que le decían a mis compañeras. Groserías en alemán como por ejemplo «porquería», «vaca histérica», «cerda»… A veces tenía ganas de pegarles, y otras, me entraban ganas de reir, de ridículos que los veía.
Usted explica que no ha reído nunca tanto como en Ravensbrück.
NC: Es cierto. La risa nos hacía olvidar lo que estábamos pasando. Nunca he dicho tantas barbaridades como allá. El equilibrio se mantenía con la solidaridad. Y haciendo cultura. Todas las noches explicábamos cuentos, cantábamos, enseñábamos idiomas. Esto representaba la lucha y la alegría. Yo entonaba tangos de Carlos Gardel, que acordaba de mi juventud en los Guiamets.
Gardel contra el miedo.
NC: Todas tuvimos. La muerte estaba en todas partes. Muchas morían de hambre, de tifus, gaseadas, devoradas por los perros, ahogadas en las comunas, reventadas por inyecciones de gasolina al corazón. Sentías el aliento de la muerte en la nuca. Pero se debía sobrepasar, tener voluntad de vivir.
Debió de ser increíble, el momento de la liberación.
NC: El campo estaba minado y habían previsto hacerlo volar cerca del mediodía. Unos partisanos polacos y checos nos liberaron a las 11.30. Obligaron el comandante de las SS a desactivar el mecanismo y lo fusilaron a 50 metros, en una cuneta. Pero yo no sentí nada.
¿Cómo es posible?
NC: Mis padres estaban en la resistencia. Mi hermano Lluís luchaba en las guerrillas españolas. No sabía nada de mi marido, Albert. No fue hasta octubre cuando me trajeron la mochila con las cartas que yo le había escrito. Había muerto, agotado. Y entonces empezó mi época como refugiada política. No podía volver a casa.
Al menos recuperó la dignidad, pudo dormir tranquila.
NC: Nunca jamás he podido dormir, si no es con la ayuda de pastillas. Perdí el sueño en el campo de concentración.
¿Sesenta años así?
NC: Sí. Lo único positivo de aquel infierno fue que aprendí a ser más atenta, más prudente, más tolerante. Pese a que me siento muy atada en Catalunya, yo estimo a la humanidad. Hoy hay otros infiernos como los que yo viví. El hambre y la guerra para alguien que ha trabajado por la igualdad y la libertad son exasperantes! ¿Por qué no protesta más la gente?
Es una pregunta razonable.
NC: Quizás es que está escrito en la condición humana, pero yo no he comprendido nunca como una persona puede hacer daño a otra.
Quizás usted está hecha de otro material, señora Neus.
NC: ¡Yo soy una más! Son las circunstancias, hija. Se trata de no abandonar el espíritu de combate.
Etiquetas: campos de concentración, lucha, mujeres, Neus Català, supervivientes
junio 4th, 2008 at 6:48 pm
Mil gracias por traducirnos la entrevista a los que no hablamos catalán.
Besos.
junio 8th, 2008 at 10:09 pm
Hola gloria, ya he colgado en mi blog tu premio Arte y Pico. Muchas gracias por todo. Anímate a bloggear…. Besitos.
junio 12th, 2008 at 10:17 pm
FELIZ CUMPLE GLOOORIAAAA!!!!! :)!
junio 12th, 2008 at 10:43 pm
PER MOLTS ANYS!!!
Un abrazote.
junio 14th, 2008 at 9:45 pm
Gracias y besos 😉
junio 11th, 2013 at 7:17 pm
he terminado el libro guardianas nazis de monica gonzales alvarez y he leido la reseña que hace de neus catala estoy impresionado por lo que pasaron estas mujeres a mano de otras mujeres crueles yotros calificativos no acto para esta seccion muchas gracias por la traducion